Un emprendimiento inmobiliario único en Mendoza. Un desarrollo urbano innovador que comprende cinco barrios cerrados, edificios de departamentos, viviendas agrupadas y un área pública de 18 hectáreas", puede leerse en la página de El Torreón, el primer mega emprendimiento de estas características de Cuyo. Por sus dimensiones e importancia fue tomado para una investigación local que devino en un libro editado por Ediunc y que fue presentado ayer.

La publicación de Alberto Molina, titulada "Como una gran pecera. Urbanizaciones cerradas, ciudadanía y subjetivación política en el Gran Mendoza", analiza la falta de políticas públicas en relación a los "countries" y su impacto negativo en la sociedad.

"La postura del libro es que se desincentiven los barrios privados por parte del estado aplicando dos políticas: una negativa, con una alta regulación y poniendo límites a la instalación de nuevos emprendimientos y una positiva, dando mayor incentivo a la producción y a los pequeños productores, para que no abandonen la tierra", destacó el autor, licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública de la UNCuyo.

El caso del Torreón, ubicado en Maipú, no fue tomado al azar ya que su extensión de 130 hectáreas es mayor a la del microcentro de Mendoza.

"Para nosotros va a afectar lo que es Maipú y la provincia en su totalidad", comentó el investigador.

Planteado por sus creadores como un "pueblo abierto" cuenta en su interior con un colegio privado, pero además está asociado a un club y con un lago que están en el exterior. Además sus divisiones no están realizadas con muros sino que se componen de un enrejado que deja ver lo que ocurre en su interior.

"Estas características van a traer una complejidad mayor ya que son transparencias que oscurecen, al decir que no tiene muros se pretende hacer desaparecer la fragmentación, pero no es así, sino que la complejiza aún más: lo veo pero no puedo pasar", señaló Molina.

Impacto social

Para defender la postura de su libro, el autor enumera los efectos negativos de la proliferación de los barrios privados en general, tan expandidos en la provincia.

"Después de Buenos Aires, el Gran Mendoza es el mayor conglomerado con urbanizaciones cerradas de Argentina, seguido por Gran Córdoba y Gran Rosario", subrayó.

En primer lugar habló de la jerarquización social: "Los que viven en barrio privado van generando una mirada de superioridad para con el resto, lo que complejiza la relación con el distinto", afirmó el experto a la vez que planteó que "dinamitan" las políticas sociales.

Como segundo punto expuso que como se desarrollan en la periferia quitan capacidad productiva. "Maipú es una gran zona vitivinícola y olivícola y hoy le están quitando capacidad productiva", ejemplificó.

Por último se refirió a que compiten por el agua, recurso fundamental para la provincia: "Para mantener sus grandes extensiones verdes los barrios privados quitan capacidad hídrica", enfatizó Molina.

En cuanto a la seguridad que buscan todos aquellos que deciden mudarse a los countries remarcó que "muchas veces se vende el discurso de seguridad pero que son muchísimos los casos de robos adentro de los mismos, solamente que no se difunden".

Además indicó que estos emprendimientos están siendo funcionales a aquella política que no se quiere hacer cargo de la realidad: "En vez de fomentar políticas de inclusión y de seguridad humana, dejan que ellos se hagan cargo de su seguridad, entonces se desvinculan permitiendo que el territorio se fragmente", manifestó el autor.

"Lo que intenta hacer este libro es un aporte desde la política, llamar a los decisores públicos que vean qué hacemos con esto. Yo propongo su desincentivación porque son islas de opulencia y debilitan los lazos sociales", concluyó.

Normativas urbanísticas

Más allá de ser territorio donde se instaló El Torreón, Maipú se ha perfilado en los últimos años como un gran polo de crecimiento de los barrios privados. Desde el municipio aseguran que no tienen una política concreta que promueva o no estos emprendimientos: "Ya sean públicos o privados se les da la factibilidad en tanto y en cuanto se adapten a las normativas urbanísticas establecidas", apuntó Eduardo Mezzabotta, secretario de Infraestructura de la comuna, quien recalcó que además buscan que se favorezca el crecimiento armónico de la zona, en relación a sus normativas de usos del suelo. "Este departamento tiene 700 km2, 60% se destina a actividades productivas y el resto urbanas", explicó.

Por otro lado, el funcionario municipal afirmó conocer que cualquier barrio nuevo altera el equilibrio del lugar y que para minimizar esos efectos se obliga a los inversores a realizar obras de infraestructura para mejorar las condiciones de los servicios.