Con el propósito de involucrar a la sociedad mendocina en la realidad educativa de niños y adolescentes, ayer se presentó un trabajo avalado por la Consejo Empresario Mendocino (CEM), en el que Gustavo Iaies, especialista en educación y director de la Fundación Cepp (Centro de Estudios de Políticas Públicas), analiza y evalúa estructuralmente el sistema educativo de nuestra provincia.

Lo cierto es que el estudio encuentra como fortaleza la solidez de la estructura escolar, pero también grandes debilidades que no permiten la mejora en cuanto a calidad de la enseñanza y la necesidad de planeamiento, evaluación y metas claras a nivel global.

En el libro "Evaluación estructural del sistema educativo mendocino", Iaies analiza la situación educativa de Mendoza de manera global. Para concretar su estudio, que fue motivado por pedido del CEM, el experto en educación puso el foco en las percepciones e inquietudes de unas cien personas ligadas al área educativa de la provincia. Se incluyó así la visión de maestros, supervisores, directores de distintas escuelas y hasta ex gobernadores, legisladores y funcionarios de la Dirección General de Escuelas (DGE).

La metodología también se completó con datos estadísticos provinciales y nacionales referidos al área de la enseñanza. Según explicó Iaies, el procedimiento para llevar adelante la investigación fue similar al aplicado cuando efectuó el mismo estudio en países como Chile, Costa Rica, Colombia y México. Así, se destacaron cinco subsistemas: el gobierno; el financiamiento que se destina a la educación; las currículas de enseñanza; la información y evaluación existente sobre educación; y por último, la disposición del recurso humano, eje con el cual culmina esta radiografía del sistema educativo local.

Sin metas claras

El trabajo, que pone la lupa en las escuelas pero también en las gestiones de gobierno y en la sociedad mendocina, se realizó entre junio y diciembre de 2010. En ese período, alumnos de distintas carreras de la UNCuyo colaboraron en forma voluntaria.

"El sistema educativo de Mendoza presenta indicadores que llaman la atención: por un lado, vemos que tiene identidad y todavía mantiene rasgos de institucionalidad, a diferencia de lo que pasa en otras provincias", explicó Iaies.

Pese a estos aspectos positivos que se desprenden del inédito informe, Iaies puntualizó que de 2004 a 2010 la provincia afrontó un esfuerzo financiero muy alto. En esos seis años, Mendoza multiplicó por cuatro su presupuesto en educación, que pasó de 600 a 2.400 millones de pesos. Sin embargo, esto no ha tenido un impacto significativo en calidad de la enseñanza. "No han mejorado los aprendizajes, no hay más chicos en la escuela y tampoco bajó el nivel de fracaso escolar", aseguró el experto en educación.

Pero hay más: desde la percepción de Iaies, ninguna de las personas consultadas logró ubicar una meta clara; es decir, poco es lo que saben educadores y autoridades acerca de "hacia dónde quieren ir y qué propuestas existen para mejorar la enseñanza".

La carencia de un sistema de información, capaz de aglutinar datos y estadísticas de interés, también es otro punto flaco dentro del área educativa. Esto quedó evidenciado cuando los actores consultados por el especialista sustentaron sus respuestas en base a percepciones, mientras que escasearon los datos certeros. Existe además un desconocimiento por parte de las autoridades de la DGE acerca del motivo por el cual los alumnos migran a la educación privada.

Las conclusiones de este trabajo también pusieron la mirada en la estructura del sistema educativo. En este sentido, se percibió la existencia de un "triángulo" con mucho poder: la DGE, el SUTE (gremio docente) y los supervisores. "La sociedad no participa ni tiene capacidad de influir en el sistema, que aparece manejado por actores internos", aseguró Iaies y advirtió que existe un proceso de migración permanente de alumnos en los diferentes colegios: mientras que los de mayor poder adquisitivo se trasladan al sector privado, las familias de recursos medios a bajos buscan que sus hijos perduren en los colegios céntricos o con mayor prestigio.

Otro dato preocupante que se dedujo de este exhaustivo estudio tiene que ver con la administración del dinero que llega a educación. Es que 90% se destina a sueldos, mientras que al momento de aplicar políticas que ayuden a mejorar la enseñanza, la provincia debe ajustarse a los programas que ofrece la Nación. Además, "aunque hay muy buenos docentes, todavía faltan metas claras", mientras que el desinterés de los padres para involucrarse con la escuela es muy alto.

En este panorama, el especialista propone algunas salidas posibles a las falencias citadas, sobre todo para que la sociedad se apropie del sistema educativo y lo incluya en la estrategia provincial de desarrollo.

Entre las propuestas figura la aprobación de una Ley General de Educación para Mendoza, "para contar con una norma consensuada por las principales fuerzas políticas"; revitalizar el Consejo Provincial de Planeamiento Educativo, "una instancia no burocrática, representativa y capaz de fijar metas"; crear una agencia de evaluación e información, básicamente para tener indicadores precisos; promover contratos de responsabilidad educativa, que fomenten el compromiso de toda la comunidad educativa con las metas propuestas; y generar un programa de reconocimientos para gratificar a los actores que ayuden a alcanzar esos objetivos.