¿Quién dijo que el rock ha muerto? Lejos de eso, por estos días Mendoza vive un verdadero fenómeno. Insospechado, impensado. En sólo dos días de abrirse las inscripciones para anotarse como alumno en la primera escuela de rock en Mendoza, las expectativas fueron ampliamente superadas. Es que de 300 personas que se calculaban en la inscripción del primer año, como cupo máximo, se anotaron nada menos que 1.650 mendocinos y de todas las edades: de 8 a 65 años.

Los protagonistas de esta iniciativa –los futuros alumnos– se salen de la vaina con la nueva propuesta. Uno de ellos, José Bellone, tiene 41 años y quiere aprender batería. "Es mi hobbie pero estoy entusiasmado como si fuera un adolescente".

Gustavo Pérez, de 34 años, es cantante y guitarrista. Quiere perfeccionar la técnica pero, sobre todo, generar e intercambiar. "Quiero aprender y crear con otros colegas e intercambiar. Fui a la Escuela de Música menos de un año y me pareció muy estructurada.

Siempre quise estudiar esto pero en mi época no había opciones, así que estoy reloco con la idea", completó el roquero. Desde el área de Cultura de la Comuna de Guaymallén, mentora del proyecto, se dijo: "Todos tendrán lugar y no se excluirá a los alumnos, sino que se buscarán más profesores y más lugares para ensayar. Hay que acompañar este fenómeno".

La escuela de rock será totalmente gratuita y abierta para todo aquel que quiera profundizar el aprendizaje de un instrumento, a partir de los 8 años de edad. No importa el conocimiento de los inscriptos porque habrá tres niveles: básico, intermedio y avanzado y se ubicará a los estudiantes según sus habilidades con el instrumento que elijan estudiar.

En la escuela, como su nombre lo indica, habrá clases de instrumentos típicos de una banda de rock: guitarra eléctrica, bajo, batería, percusión, teclados y hasta saxo. También darán curso de canto y clases teóricas sobre autogestión, producción y composición.

Serán tres años de cursado y apuestan a que se convierta en un ciclo básico, aprobado por la Dirección General de Escuelas, para ingresar a la Escuela de Música o, simplemente, certificar los conocimientos con un título de tecnicatura.

Si bien aún no tiene fecha precisa de apertura, falta poco. Edgardo Zotelo, secretario de Gobierno de la Comuna y director de Cultura, indicó a El Sol que se espera comenzar las clases entre la última semana de agosto y la primera de setiembre.

Para responder a la cuantiosa cantidad de inscriptos, los organizadores ya fijaron tres lugares para funcionar. En principio, se alquiló una vieja casona ubicada en Villanueva 115, San José, donde funcionará el área administrativa, varios talleres, clases teóricas y una futura sala de grabación para los músicos que allí estudien.

El segundo lugar ya confirmado es el cine-teatro Recreo, de Guaymallén, para realizar prácticas y, sobre todo, ensambles entre los distintos instrumentos, bajo la supervisión de los profesores. El tercer lugar, todavía arreglado de palabra entre la Provincia y el Municipio, es el Espacio Cultural Julio Le Parc. Este sería en las mañanas para ensayos y clases prácticas.

Su director artístico es el reconocido músico Mario Matar. En diálogo con este diario, el mendocino aseguró ayer que es uno de los grandes desafíos de su vida y que su misión será "aplicar ideas con el fin de que mejore la técnica y buscar la profesionalización de la cultura musical y, sobre todo, la del rock en Mendoza".

El cursado de la escuela será de tres veces por semana, con un concepto único: 70% práctica y 30% teoría. "Queremos que los estudiantes muevan los dedos, que practiquen y que mejoren la técnica los avanzados y que aprendan bien de entrada los principiantes", aclaró Matar.

Debido a la cantidad de inscriptos, los organizadores –además de buscar más lugares alternativos– ya rediseñaron los horarios previstos inicialmente y decidieron brindar dos turnos de talleres con instrumentos. Por eso, las clases teóricas, prácticas y los ensayos, se realizarán de lunes a sábados en dos turnos, con un staff estable de 20 profesores (la mayoría, roqueros, como el Chancho Ordóñez, Walter Casciani, el propio Matar, Mariano Dalla Torre y el periodista especializado en el género Walter Gazzo).

¿Por qué una escuela de rock y no un conservatorio de música, simplemente? Zotelo responde: "Porque serán los instrumentos básicos de una banda, porque no se abordarán teorías clásicas de la música y habrá un espíritu lúdico y flexible aunque, no por eso, menos exigente".

Músicos reconocidos celebran la iniciativa

Marcelo Marmat Padilla, músico, sociólogo y autor de un libro sobre rock en Mendoza, y Laureano Nazar, músico y miembro del Movimiento Independiente de Músicos Mendocinos celebraron la iniciativa y su impacto. "Me parece fundamental, estoy de acuerdo 100% por varias razones. Primero, porque el Estado por fin se hace cargo de una cultura no elitista que puede llegar a todos y que es democratizadora.

Es un derecho para la población juvenil, que siempre fue estigmatizada por el rock en sus inicios", expresó Padilla. A su turno, Nazar, indicó: "Me parece buenísimo que se abra esta escuela y que sea gratuita, además, está en manos de un gran músico y hacedor cultural de nuestra provincia. Por ahí pienso que podría abarcar mas géneros y no solo limitarla al rock. Estaría bueno también articular talleres con el MIMM".

Números

La inversión inicial de la Escuela de rock oscila los 500 mil pesos entre salarios, compras de instrumentos, repuestos y otros insumos. El costo fijo mensual para la Comuna será de 50 mil: entre alquiler, salarios y otros gastos.