Mejor prevenir que curar. Así parece que entendieron los turistas argentinos la forma de conseguir alojamiento en nuestra provincia y no sufrir imprevistos una vez que arriban sin reservas. Es que, según los datos del Ministerio de Turismo de Mendoza, las reservas ascendieron 30 por ciento en relación con el 2010.

Hasta ayer, la reserva en inmuebles turísticos registraba poco más de 60 por ciento en promedio (aunque la ocupación para las zonas donde hay centros de esquí es más alta), mientras que hace dos años, para la misma fecha, el pago anticipado no superaba 25 por ciento en casi todo el territorio provincial, según lo anunciaba el entonces subsecretario de Turismo, Luis Böhm.

El 2011 no fue tenido en cuenta por el Gobierno a la hora de comparar, ya que la Copa América y los partidos que se jugaron en Mendoza el año pasado significaron una afluencia histórica de visitantes que difícilmente se repita en unas vacaciones de invierno sin este atractivo deportivo y de proyección internacional.

BUENAS EXPECTATIVAS. Según las expectativas oficiales, se espera alrededor de 200 mil turistas durante el receso invernal que, en Mendoza, ocupa todo julio, ya que comprende diferentes semanas de receso en las principales provincias. "Tenemos una proyección hecha, esperamos en julio recibir aproximadamente 200 mil turistas, y la previsión de ingreso para la provincia supera los 400 millones de pesos en función del gasto promedio que cada turista tiene", anunció el ministro de Turismo, Javier Espina.

La mayor cantidad de reservas proviene de Buenos Aires, Capital Federal (fuerte en la tercera y cuarta semana), Córdoba (fuerte la primera y segunda semana de julio), Santa Fe y de las vecinas provincias: San Luis y San Juan. Para la tercera semana de julio (segunda quincena) existe un pico de pago con antelación de 90 por ciento, sobre todo, en la zona de alta montaña y el Sur (centro de esquí Las Leñas, en Malargüe).

Desde el Gobierno aseguran que la ocupación efectiva es siempre más alta que las reservas, por los turistas que llegan sin preaviso. La estadía promedio es de 6 días, y el gasto diario que se calcula desde el Ejecutivo será de 350 pesos por persona. Más de 75 por ciento de los visitantes arriba en familia, mientras que el resto se divide entre grupos de amigos o personas solas.

Para la semana próxima y la tercera semana de julio se registra entre 52 por ciento y 90 por ciento de reservas. Siempre el pico hace referencia a las zonas donde se concentra la nieve, como alta montaña o Malargüe.

FIN DE SEMANA LARGO, A FULL. Pese a la buena proporción de reserva para julio, la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos de Mendoza informó ayer que la ocupación en los hoteles de 3 y 4 estrellas del centro se encontraban desde el viernes con casi 100 por ciento de ocupación y que cerca de 50 por ciento de los visitantes arribó sin reserva previa.

La idea es pasar no más de 3 noches en la provincia, a propósito del fin de semana largo por el Día de la Independencia. La ocupación, en este caso, es de tres noches. "Muchos vienen haciendo ruta y se arriesgan, cuando son pocos días, a encontrar un lugar a último momento. Llegaron viernes a la noche y se irán mañana a la noche (por hoy)", plantearon ayer desde la comisión directiva de esa asociación, liderada por Tito Sottano.

EL PROBLEMA DEL VUELO FEDERAL. Los hoteleros y gastronómicos de Mendoza están uniendo esfuerzos con el Gobierno local para ver si se pueden abaratar los costos de los vuelos federales, porque las costosas tarifas están "desalentando el turismo entre provincias, sobre todo, durante los fines de semana largos, donde un viaje en auto desde Salta se hace prácticamente imposible de realizar por el tiempo", argumentan desde el sector privado.

De hecho, y según datos recientes del Ministerio de Turismo, más de 80 por ciento del turismo nacional utiliza el ómnibus y el auto particular para arribar a la provincia. Sólo en vuelos como Buenos Aires-Mendoza, en el que el precio de pasaje ronda los 900 pesos, se espera que haya más afluencia de pasajeros.