El Senado provincial le concedió este martes al Gobierno una herramienta para tratar de solucionar la crisis por la ida de Vale de Malargüe, aunque muchos legisladores opositores pusieron en duda que pueda servirle de algo.

La ayuda quedó sintetizada en un proyecto de sólo dos artículos que amplía el objeto de la Empresa Provincial de Energía (EMESA) para que pueda intervenir en la explotación del proyecto de extracción de sales de potasio, que quedó prácticamente en la nada cuando la minera brasileña decidió suspenderlo.

EMESA fue creada originalmente por el oficialismo para intervenir en proyectos petroleros y energéticos, pero nunca se aprobó la inclusión de la minería. La idea de sumar al proyecto malargüino provino del senador del PRO Gustavo Cairo y enseguida fue abrazado por el gobernador.

El problema se generó en el radicalismo, debido al fuerte debate que provoca la minería. La UCR orgánica optó por acompañar después de acotar en el texto la ampliación del objeto exclusivamente al proyecto de sales de potasio, pero eso no alcanzó para evitar que surgieran las divisiones en su tratamiento.

De hecho, de los 6 votos negativos que cosechó la iniciativa, cinco fueron de la UCR. En total, fueron 23 senadores los que votaron a favor del proyecto, que pasó a Diputados para su ratificación.

Entre radicales. Uno de los más enfáticos cuestionadores del proyecto fue el senador radical César Biffi, quien consideró que es "una ingenuidad" promover que EMESA solucione el problema de Vale.

El legislador afirmó que el Estado provincial "no puede resolver problemas simples, por lo cual menos va a poder resolver el de Vale" y culpó a los estados nacional y provincial por no haber hecho nada para evitar la suspensión del proyecto de Malargüe.

Biffi apuntó contra EMESA al sostener que el destino del flamante organismo estatal no está claro ni siquiera para su presidente, el ex empresario Alejandro Neme y consideró también que Mendoza "no tiene política minera, es ni".

En un análisis muy negativo, el legislador indicó también que, a su juicio, la reubicación de empleados de la mina en la industria de la construcción y en obras no hará otra cosa que acotar el acceso al empleo de la gente que actualmente se dedica a esos rubros.

Tampoco aprobó la iniciativa el bloque "Arturo Illia", que es la porción de radicales alejados del presidente partidario Alfredo Cornejo. Daniel Vilchez, quien conduce el bloque, expresó que la ampliación de objeto de EMESA "no resuelve el problema de la minería ni de la matriz productiva de la provincia".

Por su parte, Sergio Moralejo, quien sí está entre los radicales orgánicos, coincidió en las críticas de sus pares al Gobierno pero señaló que "la política tiene que dar una posibilidad para encontrar soluciones".

En el mismo sentido se expresó el autor de la iniciativa. "Yo no soy un soldado de Macri ni de Cristina, soy un soldado de Mendoza", aseguró Cairo.

La Salada. Hasta el controvertido emprendimiento textil en Santa Rosa, que hoy está en duda, se metió en el debate de Vale.

El senador demócrata Carlos Aguinaga señaló que "hasta los de La Salada dicen que Mendoza no es una buena plaza para invertir" y expresó que espera que el proyecto aprobado "no sea otra cachetada para la seguridad jurídica de la provincia".
Las expresiones del CEO de La Salada, Jorge Castillo, quien puso en duda la llegada de la megaferia a Santa Rosa por problemas de "seguridad jurídica" fue uno de los comentarios este martes en la Legislatura.

Precisamente antes los demócratas habían señalado como una ironía que Mendoza fuera a recibir a La Salada, cuando la minera Vale y su inversión millonaria se iban de la provincia. Y más ácidos se mostraron ante la posibilidad de que ni siquiera La Salada se instale en territorio mendocino.