Por más que suene a frase hecha de cualquiera de esas publicidades con que nos bombardean por estos días, el Mundial de fútbol despierta sentimientos únicos y acontecimientos irrepetibles.

Desde el escuchar hablar por primera vez en nuestras vidas de países que ni siquiera sabíamos que existían hasta querer ser expertos en el idioma del país anfitrión (portugués, en este caso), los fenómenos que se generan son numerosos y hasta llamativos.

Intentando sacar rédito de esta realidad, la DGE ha decidido aprovechar la Copa para despertar en los estudiantes (o intentar hacerlo) el interés en los temas y materias tradicionales, aunque contextualizándolos con el Mundial.

"La idea es aprovechar este evento que genera interés en los chicos para, por ejemplo, enseñar sobre Historia y las culturas de los países que están en el mismo grupo de Argentina. O desde la Matemática, por ejemplo, para que vayan llevando las estadísticas y armando el fixture", destacó Mónica Soto, subsecretaria de Educación.

Un concurso literario sobre los mundiales y entrevistas a familiares son algunas de las sugerencias que propondrá la DGE, aunque cada profesor podrá adaptar la currícula como mejor lo considere.

"Esto se viene haciendo desde el de Sudáfrica (2010). En las escuelas hay proyectos institucionales relacionados al Mundial. Por ejemplo, la profe de inglés analiza las canciones, el de Geografía las cuestiones de población o características de cada país, los de Historia hacen los mismo con los hechos más relevantes, siempre analizando el país anfitrión", explicó por su parte Gastón Morales, profesor de Historia.

El fútbol todo lo empuja

Cuando la FIFA sorteó el fixture del Mundial -que comienza dentro de dos semanas-, varios jóvenes se encontraron con el nombre de un país que les resultó tan desconocido como difícil de pronunciar: Bosnia-Herzegovina.

"Estaba en mi casa viendo el sorteo y le pregunté a mi papá dónde quedaba. Jamás había escuchado de Bosnia", se sinceró Pablo García (14), uno de los tantos adolescentes que hará del Mundial su mundo durante un mes.

Algunos, los más futboleros, asociaron ese país con Edin Dzeko, goleador bosnio del Manchester City en Inglaterra y compañero del "Kun" Agüero.

Sin embargo, lo cierto es que a más de uno se le materializó una laguna mental al intentar ubicarlo en el mapa. Quizás los más curiosos recurrieron a Google para averiguar un poco más sobre ese país y, de rebote, enterarse de la ex Yugoslavia y los conflictos bélicos en los Balcanes.

Justamente lo que la DGE intenta es aprovechar la fiebre mundialista para que estos detalles puedan transformarse en conocimientos.
 
"La idea también es aprovechar las netbooks para promover y compartir por medio del portal educativo y de la plataforma de aprendizajes digitales", destacó Soto, quien adelantó que los próximos días difundirán algunas sugerencias para que las escuelas puedan incorporar el Mundial a la currícula.

"Una alternativa en la que estamos trabajando es un certamen literario para que los chicos, en Lengua, puedan presentar un escrito en el que expresen algún recuerdo de los mundiales anteriores. Habrá distintos niveles dependiendo del curso, y la idea es que se conforme un jurado para elegir el ganador", indicó Soto.
 
Otra opción en la que están trabajando tiene que ver con hacerlos practicar el formato de entrevista. "Si esto se hace, los chicos tendrán que incorporar a sus abuelos para preguntarles y luego expresar en un escrito cómo era que ellos seguían los partidos sin televisor ni internet o viéndolos en diferido", agregó.

En cuanto al aprovechamiento educativo que harán los profesores del torneo futbolístico, Gastón Morales destacó que en las escuelas en las que trabaja ya han planificado las actividades.
 
"Este año hay un proyecto en varios colegios con la idea de extenderlo a los países que participan, al estilo Feria de las Naciones, pero con el contexto del Mundial. Al ser actividades extracurriculares, los chicos se enganchan mucho más. Y obviamente el Mundial suma a la hora de la motivación para trabajar", indicó el docente de los colegios San Vicente Ferrer (Godoy Cruz) y Strawberry (Ciudad). "¡Los chicos hasta se interesan por saber sobre Bosnia-Herzegovina", sentenció.

Pero para otros profesores, el fútbol no llega a generar este fenómeno. Patricia Cepeda, docente de Historia en las escuelas Fernando Lorenzo (Maipú) y Martín M. de Güemes (Luján), aseguró que "cuando fue el Mundial de Francia (1998) empezamos con esta idea de mezclarlo con los contenidos educativos. Incluso la profe de francés pensó que los chicos podían interesarse más por el idioma. Pero no fue así. No creo que genere mucho interés en todas las materias, ya que lo que a los chicos realmente les interesa son los resultados y cómo le va a Argentina".

"Yo doy Lengua y Literatura, debería ver de qué modo puedo relacionarlo. Quizás haciéndoles producir algo, pero la verdad depende de que se quieran prender los chicos. Me consta que los profesores de Historia y Geografía le ponen mucha onda para vincular el Mundial a los contenidos, pero no hay devolución del otro lado. Supongo que dependerá de cada colegio", destacó por su parte Laura Mora.

En cuanto al portugués como idioma, tampoco ha despertado la Copa un repentino interés por aprenderlo.
 
"La gente que está tomando clases no lo hace por el Mundial, sino porque quiere usarlo por trabajo y piensa aplicarlo para viajar. Pero el Mundial no es la excusa de la demanda del momento. Sí lo fue hace cuatro años, cuando hubo gente que, apenas se enteró de que iba a ser en Brasil, empezó a anotarse porque tenía decidido viajar", explicó Carlos Ahumada, profesor de ese idioma.

"Ahora la información llega en el acto de la cancha, traducida a cualquier idioma por las agencias o canales. No hace falta que la gente que quiera seguir en tiempo real los partidos sepa portugués", agregó.