La presidenta Cristina Fernández anunció hace pocos días un Plan Estratégico de Formación de Ingenieros que busca que para 2016 se aumente en 50% el número de graduados en ingenierías. Según José Rodríguez, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, actualmente Argentina cuenta con un ingeniero cada 6.500 habitantes “y la idea es pasar a una escala de 1 cada 5.000”.

¿Y por qué es importante que haya ingenieros en el país? “Es uno de los índices que maneja el desarrollo tecnológico y la capacidad productiva del país”, justificó Rodríguez.

En este sentido, las facultades mendocinas que cuentan con carreras de Ingeniería reconocen que la situación es crítica y en muchos casos impulsan medidas para retener a los estudiantes y disminuir las tasas de deserción, que suelen ser altas.

La Facultad Regional Mendoza de la Universidad Tecnológica Nacional, por ejemplo, tiene un porcentaje de egresos del 30% con respecto a los ingresantes. “La colación de este año se hace para 130 ingenieros entre las cinco carreras que ofrece la facultad: ingenierías en sistemas de información, electromecánica, electrónica, civil y química”, contó el decano Eduardo Balasch.

Y si bien reconoció que el número es bajo y que apuntan a elevarlo por lo menos al 50%, también destacó que la cantidad de egresados es mayor a la registrada años atrás.

La facultad mejor posicionada en la provincia según relación ingresantes-egresados es la conducida por Rodríguez. Todos los años se recibe de ingeniero agrónomo el 70% de los chicos que ingresaron.

Las causas

Tantos los decanos consultados como los estudiantes y egresados coinciden al enumerar las causas de que haya pocos ingenieros y la principal reside en la duración de la carrera. “Los chicos se inclinan más hacia áreas con menos dificultades en los estudios”, dijo Rodríguez.

Su par Balasch agregó: “La juventud de hoy en día quiere tener una enseñanza superior corta y ya salir a trabajar. Cuando saben que tiene 6 o 7 años de carrera por delante ya no quieren porque buscan una salida laboral rápida y eso lamentablemente va en contra de nuestra carrera, porque no se puede acortar”.

“Es una carrera larga, de 5 años de cursado, donde normalmente el egreso se estira a 7 años –a veces más–, y si sumamos que muchos de los alumnos deben trabajar, lo cual complica cualquier carrera, creo que en ingeniería resulta aún más difícil debido a la complejidad de las materias”, dijo Agustín Mestre (25), flamante ingeniero industrial de la Universidad de Mendoza.

Sebastián González (28), estudiante de Ingeniería en Electrónica de la UTN, coincidió con él. “Se estigmatiza Ingeniería de tal manera que los chicos terminan optando por carreras con salida laboral inmediata”.

Por otro lado, la deserción temprana, producida por la demanda de ingenieros que existe en el mercado laboral, también colabora a bajar los índices de egresados.

“A los estudiantes avanzados les ofrecen trabajo cuando les faltan pocas materias. Lamentablemente a esos chicos trabajando les cuesta completar su carrera”, dijo Balasch.