Cristina Fernández de Kirchner envió ayer al Congreso una ley para frenar el proceso de extranjerización de las tierras por el cual se establece un límite del 20% de las hectáreas cultivables totales del país a la posesión que puedan hacer personas físicas o jurídicas foráneas, estén o no afincadas en el país.

La Presidenta habló por cadena nacional y señaló que existe un grán déficit en la información catastral y por eso anunció que el proyecto que remitió al Parlamento contempla la realización de un censo en los próximos 180 días para crear un Registro Único de Tierras Rurales.

Aunque el Estado no cuenta con números finos, la Federación Agraria Argentina (FAA) realizó un relevamiento que indica que de las 170 millones de hectáreas cultivables que tiene el país unas 20 millones están en poder de extranjeros y que el proceso se aceleró desde 2002, con la debacle económica, cuando por entonces sólo 7 millones de hectáreas habían sido extranjerizadas.

En porcentajes, los números de la FAA indican que casi el 12% de la superficie argentina está hoy en manos extranjeras (los capitales que más compraron tierras en la última década son estadounidenses, italianos, chilenos y malayos).

Aunque la presidencia de la Cámara baja esperaba anoche el ingreso del proyecto de ley y no se conoció el articulado, la Presidenta aclaró ayer durante el anuncio que "las tierras rurales de un mismo titular extranjero no podrán superar las mil hectáreas (1.000 ha), cualquiera sea su lugar de ubicación, y su cómputo se determinará por la Autoridad de Aplicación", y aclaró que el Parlamento podrá enriquecer el texto "ya que no es lo mismo la concentración de tierras en la Pampa Húmeda que en la Patagonia o el Norte", por lo cual se entiende que los legisladores deberán analizar la situación de cada una de las provincias.

Cristina Kirchner hizo hincapié en dos puntos para alejar fantasmas y especulaciones. La primera es que la ley remitida al Congreso no afectará los derechos adquiridos, es decir que no afectará a quienes ya compraron "de buena ley" tierras aunque hayan estado en el centro de grandes polémicas como los hermanos italianos Benetton que poseen 970 mil hectáreas entre los principales lagos de la Patagonia o el grupo financiero norteamericano AIG que posee 1,5 millón de hectáreas en Salta equivalentes al 7% de la superficie de esa provincia.

La otra salvedad que realizó la Presidenta cuando presentó la norma -que había anticipado el 1° de marzo al abrir las sesiones ordinarias del Congreso- es que "de ninguna manera se trata de una estatización ya que estamos hablando de conservar el dominio nacional de las tierras para aquellos argentinos que tienen la posibilidad de invertir".

La Presidenta también dijo que "no hemos sido originales" ya que se copió las ideas ejes de la propuesta de la legislación que ya existe en Brasil, Estados Unidos, Canadá, Francia e Italia. Por escrito, en el mensaje que la Jefa de Estado adjuntó al proyecto remitido, señala:

"En ningún modo resulta una legislación xenofóbica, prohibitiva o refractaria a las inversiones extranjeras responsables, siendo un modelo utilizado por numerosas legislaciones en el derecho comparado, asegurando que los recursos, vitales en el siglo XXI, sigan en órbita y en competencia nacional, sin que signifique desalentar la inversión extranjera".

El anuncio fue recibido bien por los diputados, sobre todo por aquellos que desde hace 9 años, a través de la Federación Agraria, impulsan el tema en el Parlamento. Los ruralistas Pablo Orsolini y Ulises Forte presentaron un proyecto para limitar la extranjerización de la tierra en marzo de 2010, pero fue el oficialismo el que frenó la iniciativa.
 
"Nos parece un avance que la Presidenta asuma que éste es un debate que hay que dar", dijeron los agro-diputados ayer. Pero desde la FAA se espera ir por más ya que además se impulsa una ley de arrendamiento para frenar la concentración en manos de pooles de siembra nacionales y una reforma tributaria, anticipó Omar Branchetta, vicepresidente de la entidad en diálogo con este diario.

Las únicas dudas fueron planteadas por el macrismo, ya que el diputado Christian Gribaudo, planteó que el proyecto presidencial "deberá despejar toda duda de nacionalización para no espantar las inversiones extranjeras en el país".

http://www.losandes.com.ar/notas/2011/4/28/buscan-frenar-extranjerizacion-tierras-564854.asp