El tema incomoda. Es que la paritaria de Administración Central desató la catarata de aumentos en funcionarios del Gobierno y esto alcanzó a los legisladores, quienes recibieron un aumento del 33% en sus dietas. El problema es que los emolumentos legislativos quedaron unos $900 por encima de lo que percibe el Gobernador, debido al tope que se autoaplicó Francisco Pérez y que hizo extensivo a su gabinete. De bolsillo, un legislador mendocino pasó de 12 mil pesos a $15.900.

La polémica se desató el viernes 18 de mayo, cuando ATE cerró con el Gobierno la paritaria de Administración Central. Del 23% al 35% fueron los incrementos que logró el gremio estatal. Y el porcentaje más alto alcanzó a la clase 13 del escalafón. Ese nivel es el que fija el sueldo del Gobernador.

El presidente de la Cámara de Diputados Jorge Tanús explicó que hay una ley (la 5.811) que determina los aumentos a los legisladores. El problema es que el decreto 868 que firmó el gobernador Pérez no puede derogar a la ley, por lo que los legisladores (que están enganchados al sueldo del gobernador) se calcularon el salario en base al incremento de la clase 13 y no al valor del decreto. Según el decreto 1.350 del 2004 firmado por Julio Cobos, el gobernador percibe el equivalente a dos veces la asignación de la clase 13.

De acuerdo con la ley 5.811 los legisladores deben cobrar el 95% del monto que percibe el gobernador. Pero como el aumento que se autoaplicó Pérez es menor al que se aplicaron los legisladores, entonces éstos últimos terminaron percibiendo más que el propio gobernador.

Así es que los legisladores agitan sus bonos de sueldo y juran que lo cobrado de bolsillo no llega a los 16 mil pesos. Pero está claro que este el último día del mes cobraron casi mil pesos más que el gobernador.

Días después, Pérez anunciaba que se autolimitaría el sueldo en un 25% por vía de un decreto, el 868 del 2012. Y entonces empezaron las preguntas acerca de qué pasaría en el otro poder del Estado: la Legislatura.

Finalmente, como senadores y diputados no "adhirieron" al decreto del gobernador, terminaron recibiendo un incremento del 33% en sus dietas. Y la diferencia entre el porcentaje que se aplicó el mandatario y el que lograron los legisladores, entonces los salarios legislativos quedaron por encima del que cobra Pérez.

La cuestión incomoda. Por un lado se entiende que 16 mil pesos no son un sueldo elevado, pero también el límite que se autoimpuso Pérez los deja en posibilidad de ser señalados y vituperados. "Novecientos pesos más no es tanto. Supongo que nos juntaremos esta semana para ver qué hacemos", dijo el diputado Néstor Parés (UCR). En el mismo sentido fue el diputado Aníbal Ríos (PD): "Todo es transparente, no hemos hecho nada ilegal. Y la información es pública. No llegamos a 16 mil pesos".

El senador Armando Camerucci, dijo que "ya le adelanté a las autoridades de cámara la voluntad del bloque de senadores radicales de aplicanos el tope fijado por el gobernador".

Así es que, rápido de reflejos, Camerucci asegura que la bancada de senadores de la UCR se allanará a lo que dispuso el gobernador como tope salarial, es decir 25%. Lo que no sabe aún es la manera en la que lo harán: proyecto de ley, nota personal de cada legislador o por resolución de la Cámara.

Desde Diputados, la idea del enganche es casi religiosa, hasta para recortarse el sueldo y salir todos juntos de esta incómoda situación. "No he hablado con Camerucci en los últimos días, pero seguramente haremos todos lo mismo", dice Parés.